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Aceite de oliva hasta los huesos

Miércoles, octubre 10th, 2012

No es el primer estudio que alaba los beneficios del aceite de oliva sobre la salud. Sin embargo, esta investigación sí es la primera en demostrar que el consumo diario de este producto del olivo es una manera sencilla de evitar la destrucción ósea. Además, el trabajo con sello español también evidencia que el oro líquido fomenta que el páncreas siga produciendo insulina, algo que, cuando falla, conlleva la aparición de diabetes.

Que la formación del hueso no depende sólo de la cantidad de leche u otros lácteos que ingerimos en la dieta es algo que los nutricionistas saben desde hace tiempo. Hay otras sustancias cuyo consumo es fundamental para que se genere tejido óseo. Por ejemplo, la vitamina D, presente en el huevo o en el pescado, además de los lácteos, favorece la absorción intestinal del calcio. Pero en Nutrición, como en muchas otras disciplinas, todavía hay mucho por conocer y más por demostrar.

Aunque ya existían datos de estudios epidemiológicos que venían apuntando que hay algo en nuestra dieta mediterránea que protege frente a la osteoporosis, pues los países con estas costumbres alimentarias tienen una menor incidencia de esta enfermedad, faltaba un ensayo clínico que demostrara que esto era así y que ayudara a saber qué alimentos de esa dieta eran los más importante en la prevención ósea.

El estudio PREDIMED (acrónico de ‘Efectos de la dieta mediterránea en la prevención primaria de la enfermedad cardiovascular’) se inició a finales de 2003 con 7.400 participantes. Su objetivo era conocer, mediante un gran ensayo clínico aleatorizado, si la dieta mediterránea, suplementada con aceite de oliva o con frutos secos, evitaba la aparición de problemas cardiovasculares en comparación con una dieta baja en grasas. Son ya varias las conclusiones que se han podido extraer de ese estudio, como su efecto sobre el colesterol o sobre el peso, pero todavía siguen saliendo a la luz nuevos datos como los que ahora publica la revista ‘Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism’ (JCEM).

«Aunque diferentes estudios experimentales ya habían relacionado en el laboratorio la ingesta de aceite de oliva con la prevención de osteoporosis, este es el primer estudio aleatorizado que demuestra que el aceite de oliva preserva el hueso, al menos eso es lo que nos dicen los datos de diferentes marcadores sanguíneos de formación de hueso, como la osteocalcina», explica a ELMUNDO.es José Manuel Fernández-Real, doctor del departamento de Diabetes, Endocrinología y Nutrición del Hospital Dr. Josep Trueta de Gerona y principal autor de este estudio.
Tres tipos de dieta

A esta conclusión llegó después de analizar los datos de 127 varones de 55 a 80 años que fueron evaluados durante al menos dos años. Los participantes tenían un diagnóstico de diabetes tipo 2 y alguno de los siguientes factores de riesgo: hipertensión, dislipemia o una historia familiar de enfermedad cardiovascular prematura. De forma aleatoria fueron asignados a uno de los siguientes grupos dietéticos: dieta mediterránea con un aporte extra de nueces, dieta mediterránea con un aporte extra de aceite de oliva virgen (de 20 a 30 ml diarios sobre su ingesta habitual de aceite) o una dieta baja en grasas.

Lo que comprobaron a los dos años de estar consumiendo esta dieta es que aquellas personas que habían tomado el extra de aceite de oliva virgen presentaban un aumento significativo de la concentración total de osteocalcina y de otros marcadores de formación ósea. En el resto de participantes no se detectó ningún cambio en estas proteínas. Estos resultados fueron en paralelo con un nivel de calcio en la sangre que no varió en el primer grupo y que disminuyó significativamente en los otros dos.

«Otro hecho muy importante es el efecto del aceite de oliva es la preservación de la regulación de insulina pancreática. Es muy importante porque tanto esto como el aumento de osteocalcina están relacionados con un menor riesgo cardiovascular», aclara Fernández-Real.

Según este especialista, el efecto del aceite podría ser similar al que tienen los fármacos contra la osteoporosis sobre esos mismos marcadores. No obstante, este endocrinólogo señala que el próximo paso es poner en marcha otro estudio (que ya se está diseñando) que demuestre el mismo efecto pero en personas sanas, sin antecedentes cardiovasculares. «Además, otro objetivo que tenemos es medir la densidad del hueso, algo que no hemos hecho en este estudio en donde sólo hemos valorado los marcadores óseos en sangre», concluye.

Información obtenida de:
http://www.elmundo.es/elmundosalud/2012/08/14/nutricion/1344963969.html

I Congreso Médico ‘Aceite de oliva, nutrición y salud’: Los investigadores, por un buen etiquetado

Martes, enero 3rd, 2012

Hace años que grupos de investigación de todo el mundo demostraron que el consumo de los aceites de oliva tiene innegables beneficios para la salud. En muchos casos puede prevenir dolencias que son una auténtica plaga en el mundo occidental como el infarto de miocardio, ictus o diabetes. Es más, también se ha logrado establecer que su consumo ayuda a prevenir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.

Así se puso de manifiesto a lo largo de las dos jornadas del I Congreso Médico: ‘Aceite de Oliva, Nutrición y Salud’ que se celebró en Madrid los días 4 y 5 de noviembre, con la cofinanciación del Consejo Oleícola Internacional y la colaboración de la Fundación Patrimonio Comunal Olivarero y la Fundación Dieta Mediterránea. Se demostró que nuestro país está en vanguardia en las investigaciones en esta materia, con líneas como las que presentaron los ponentes que se dieron cita en la sede del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid.

Se repasaron los resultados de las investigaciones en diversos campos de la medicina y que ligan el consumo de aceites de oliva a la salud de los consumidores. Es el caso del trabajo que el profesor Eduard Escrich lleva realizando, desde hace 28 años, en la Universidad Autónoma de Barcelona con el efecto del consumo de grasas en el cáncer de mama. Entre otras conclusiones han podido constatar «que, en los individuos a los que suministra una dieta rica en aceite de oliva, el cáncer tiene menor desarrollo y malignidad».

REDUCE EL RIESGO DE PADECER DIABETES

Pero sí hay un estudio que ha puesto de manifiesto los efectos del consumo de aceite de oliva en aquellos males más ligados al modo de vida occidental no tenemos que centrar en el PREDIMED (Efectos de la Dieta Mediterránea en la Prevención Primaria de la Enfermedad Cardiovascular”) cuyos primeros resultados fueron analizados por los doctores Ramón Estruch y Miguel Ángel Martínez. Este gran estudio (más de 7.000 participantes) ha puesto de manifiesto a lo largo de sus 7 años de vida, que las personas que emplean aceite de oliva en su dieta, tienen menos riesgo de padecer diabetes, su presión arterial es más baja, presentan menos cuadros de depresión y, sobre todo, tienen menos riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular.

Ese efecto también se ha podido constatar en investigaciones sobre la prevención del Ictus y que presentó el doctor Jaime Masjuan. El estudio conocido como el de ‘Las tres ciudades’ realizado en Francia puso de manifiesto que aquellas personas que tomaban aceite de oliva tenían menos riesgo de padecer un accidente cerebrovascular. Asimismo, avanzó los trabajos que se están realizando en la enfermedad de parkinson o alzheimer. Ya hay grupos de investigación estudiando el efecto de la dieta mediterránea en su prevención.

La Unidad de Lípidos de la Universidad de Córdoba, uno de los centros punteros de nuestro país en este campo de la medicina presentó los efectos que el aceite de oliva tiene sobre el endotelio, el tejido que recubre el interior de los vasos sanguíneos. El consumo de aceite de oliva mejora la condición de ese tejido, protegiendo frente a la inflamación oxidativam, origen de múltiples dolencias.

Pero los doctores Francisco Pérez Jiménez y José López Miranda, quisieron aprovechar sus intervenciones hacer balance de los logros científicos en este campo. Y llegaron a la conclusión de que hay base científica para sostener que el consumo del aceite de oliva es beneficioso para la salud, con efectos concretos en la prevención de las enfermedades más extendidas entre la población de los países desarrollados.

RESTRICCIONES EN EL ETIQUETADO

No obstante esas evidencias no pueden ser utilizadas por el sector del aceite de oliva para promocionar el consumo del producto. La legislación europea sobre etiquetado obliga a un largo proceso de verificación que sólo ahora está a punto de dar sus frutos. De hecho, en poco tiempo los aceite de oliva podrán indicar en su etiqueta que son ricos en ácidos grasos monoinsaturados, así como que sus polifenoles ayudan a prevenir el estrés oxidativo. Sin embargo en otros países, como Estados Unidos, hace una década que las autoridades sanitarias permiten indicar que los aceites de oliva son un producto cardiosaludable. El doctor López Miranda considera una paradoja que en el principal continente productor de aceites de oliva no se pueda indicar estas evidencias en la promoción y etiquetado del producto.

El I Congreso Médico: ‘Aceite de Oliva, Nutrición y Salud’, ha sentado las bases del que se pretenda será un foro de intercambio de experiencias entre los grupos que investigan en este campo y el sector del aceite de oliva, representado por la Interprofesional.

Información obtenida de:
http://www.lavozlibre.com/noticias/ampliar/358269/i-congreso-medico-aceite-de-oliva-nutricion-y-salud-los-investigadores-por-un-buen-etiquetado

La dieta mediterránea mejora los factores de riesgo del síndrome metabólico

Sábado, abril 9th, 2011

La dieta mediterránea tiene efectos beneficiosos no sólo en lo referente al síndrome metabólico sino también sobre sus componentes individuales que incluyen circunferencia de cintura, niveles de colesterol HDL, de triglicéridos y de presión sanguínea y el metabolismo del azúcar, según un estudio de la Universidad de Harokopio en Atenas (Grecia) que se publica en la revista ‘Journal of the American College of Cardiology’.

El estudio es un meta-análisis que incluye resultados de 50 estudios sobre la dieta mediterránea, con una población global media de alrededor de medio millón de personas.

Según explica Demosthenes Panagiotakos, director del estudio, «la prevalencia del síndrome metabólico está aumentando de forma rápida en todo el mundo, en paralelo con el aumento de la incidencia de la diabetes y la obesidad, y se considera ahora un importante problema de salud pública». La dieta mediterránea se caracteriza por un consumo elevado de ácidos grasos monoinsaturados, sobre todo procedentes del aceite de oliva; un consumo diario de fruta, vegetales, cereales integrales y productos lácteos bajos desnatados; un consumo semanal de pescado, aves, frutos secos y legumbres; un consumo relativamente bajo de carne roja; y un consumo diario moderado de alcohol, sobretodo en las comidas.

Según señala Panagiotakos, la dieta mediterránea es una de las más conocidas y se ha asociado con una menor mortalidad de todo tipo, menores riesgos de enfermedad cardiovascular, diabetes tipo 2, obesidad y algunos tipos de cáncer. Además, tiene efectos beneficiosos sobre la grasa abdominal, los niveles de lípidos, el metabolismo de la glucosa y los niveles de presión sanguínea, que son también factores de riesgo del desarrollo de enfermedad cardiovascular y diabetes. Los efectos antioxidantes y antiinflamatorios de la dieta mediterránea al completo, así como los efectos de los componentes individuales de la dieta, y en especial aceite de oliva, frutas y vegetales, cereales integrales y pescado, también confieren su papel beneficioso a este patrón.

«Hasta donde sabemos, nuestro estudio es el primer trabajo que ha evaluado sistemáticamente, a través de un gran meta-análisis, el papel de la dieta mediterránea sobre el síndrome metabólico y sus componentes», apunta Panagiotakos.

El investigador indica que estos resultados se añaden a los existentes y demuestran el papel protector y la importancia que tienen los factores del estilo de vida y principalmente los hábitos dietéticos cuando se trata del desarrollo y progresión del síndrome metabólico.

Panagiotakos sugiere que promover la adherencia a un patrón dietético sano como el de la dieta mediterránea, así como adoptar un estilo de vida activo, parecen ser una piedra de toque en el desarrollo de las estrategias de salud pública para prevenir el síndrome metabólico.

Información obtenida de:
http://www.europapress.es/salud/investigacion-00669/noticia-dieta-mediterranea-mejora-factores-riesgo-sindrome-metabolico-estudio-20110308103500.html

Más pruebas de que aceite de oliva y vegetales ayudan al corazón

Jueves, enero 27th, 2011

No es un secreto que comer bien es bueno para la mente y el cuerpo, de modo que no sorprende que un estudio revele que las mujeres que ingieren más aceite de oliva y verduras de hoja sean significativamente menos propensas a desarrollar enfermedad cardíaca.

Un equipo de Italia halló que las consumidoras de por lo menos una porción de verduras de hoja por día tenían un 40 por ciento menos posibilidad de desarrollar la enfermedad en ocho años que las mujeres que comían dos o menos porciones por semana.

Y las consumidoras de por lo menos tres cucharadas diarias de aceite de oliva, como aderezo de ensaladas, lograban el mismo beneficio.

Según el autor del estudio, doctor Domenico Palli, del Instituto de Investigación y Prevención del Cáncer de Florencia, «es probable que los mecanismos detrás de esa protección cardiovascular que brindan los alimentos de origen vegetal incluyan micronutrientes como el folato, las vitaminas antioxidantes y el potasio, que se encuentran en las verduras de hoja».

Palli explicó que el folato reduce los niveles de homocisteína en sangre, lo que eleva el riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular al dañar las paredes arteriales.

Otros estudios habían demostrado que las personas que ingieren más potasio tienen presión más baja, lo que protege al sistema cardiovascular. El aceite de oliva reduce el riesgo de enfermedad cardíaca por su alto contenido de sustancias vegetales antioxidantes.

La dieta mediterránea, que es rica en vegetales y grasas monoinsaturadas del aceite de oliva y los frutos secos, pero reducida en grasa saturada de la carne y los lácteos, disminuye el riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca.

Comer al estilo mediterráneo está asociado con una disminución del riesgo de sufrir ciertos cánceres y diabetes, y con el retraso del envejecimiento cerebral.

La enfermedad cardiovascular provoca el 30 por ciento de las muertes en el mundo y es la principal causa de muerte en hombres y mujeres de Estados Unidos.

El equipo de Palli revisó información alimentaria de unas 30.000 italianas participantes de un estudio nacional.

Los investigadores siguieron a las mujeres, que tenían unos 50 años al inicio del estudio, durante ocho años. En ese período, se registraron 144 problemas cardíacos graves, como infartos o la realización de un bypass, publica el equipo en American Journal of Clinical Nutrition.

Las participantes que ingerían por lo menos una porción diaria (56 gramos) de verduras de hoja, como lechuga o endivias, o vegetales cocidos como espinaca o acelga, tenían un 46 por ciento menos riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca que las que consumían no más de dos porciones semanales.

Ingerir por lo menos 28 gramos de aceite de oliva por día les redujo ese riesgo un 44 por ciento más que en las consumidoras de la mitad o menos de esa porción diaria de aceite.

El consumo de otros vegetales, como tubérculos y repollos, y de tomates o frutas no estuvo asociado con la posibilidad de desarrollar problemas cardíacos graves.

Estudios previos en Europa y América del Norte lo habían relacionado con algunos beneficios cardíacos, y el equipo escribe que, aunque el consumo de gran cantidad de frutas es un hábito generalizado, no garantiza que el resto de la dieta sea tan saludable.

Información obtenida de:
http://www.publico.es/354484/mas-pruebas-de-que-aceite-de-oliva-y-vegetales-ayudan-al-corazon