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El COI ayudará a los gobiernos a evitar fraudes con aceite de oliva

Miércoles, septiembre 26th, 2012

Así lo explica en una entrevista concedida a Efeagro Jean Louis Barjol, director ejecutivo del COI, entidad con 17 miembros del que la Unión Europea (UE) es el principal, con 27 países, y para el que Uruguay ya ha pedido su adhesión, y Chile, Brasil y Perú accederán de momento a un estatuto de observador, como primer paso.

Según Barjol, el COI no quiere ser una OPEP -organización que une a los productores de petróleo-, sino que más bien es «la pequeña FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) del aceite y las aceitunas», por lo que invita a integrarse tanto a países productores como a los consumidores.

Sobre actividades divulgativas, resalta que el Consejo de Miembros del COI realizará en Buenos Aires (Argentina), del 2 al 6 de julio, un análisis sobre la promoción.

El COI quiere que, a finales de 2012 o en 2013, todas sus campañas promocionales se hagan «con una relación más estrecha» con el sector privado y con los países miembro para tener mayor impacto.

También en la capital argentina esperan conocer «más detalles» sobre la propuesta del comisario de Agricultura, Dacian Ciolos, «que quiere que el COI tenga un papel más importante» para el sector.

El organismo internacional movilizará 2.400.000 euros en 2012 en promoción en EEUU, Canadá, China, Brasil y Japón, y baraja también realizar estudios de mercado en 2013 previos al desarrollo de campañas en Suiza, India, Indonesia y Singapur en 2014.Preguntado por el interés por Singapur, admite que «quieren estar desde el principio», porque es hoy un punto de encuentro gastronómico de primera magnitud en el lejano Oriente, «tiene que ser el escaparate del aceite para todo el mercado asiático».

En el lejano oriente -junto a Japón y China- ven claras posibilidades de negocio en Malasia, Indonesia y Filipinas -países en crecimiento y una tradición islámica que considera al aceite como alimento sagrado- e incluso en África -como en Sudáfrica o Angola-.

Sobre la evolución de las ventas, el primer consumidor mundial de aceite tras la UE es hoy EEUU (300.000 t), seguido de Brasil (60.000 t) y Canadá, Japón y Australia (40.000 t, respectivamente).

Pero China es donde más crecen (con 30.000 t), lo que podría convertirla en los próximos años en el tercer consumidor mundial.

A su juicio, para mejorar el comercio del aceite -solo el 2 % del consumo mundial de grasas- se necesitan reglas claras y evitar los fraudes, y por ello se han puesto en contacto con la Organización Mundial de Aduanas (OMA): para que la nomenclatura que utilicen esté «armonizada con la norma COI».

«Ahora sólo disciernen entre aceite de oliva virgen, no virgen y orujo, cuando las normas del COI y del Codex Alimentarius establecen más categorías», puntualiza.

Barjol recuerda que hoy se miden los intercambios mundiales con los datos de aduanas, por lo que piden al OMA que, como primer paso, diferencie al menos los «lampantes», para evitar que se vendan a nuevos consumidores estos aceites de menor calidad como vírgenes.

Tras las noticias en EEUU y Australia sobre ventas de falsos aceites vírgenes extra de importación, subraya que los países miembros del COI se comprometen jurídicamente a respetar sus normas de calidad en la entrada y salida del producto, pero que el problema llega con países no miembros que utilizan otros métodos de análisis.

De momento, remarca que ningún Gobierno, ni entidad les ha transmitido de forma oficial ninguna queja sobre su método de evaluación organoléptica, análisis sensorial, panel test o de cata.

Este último permite hacer análisis a bajo coste y detectar atributos negativos que desclasifican un virgen extra, incluso en aceites cuyos resultados son adecuados en parámetros químicos.

«El panel de cata debe mantenerse hasta que no haya otros sistemas complementarios o alternativos», según Barjol, quien pide mayores controles estatales que «eliminen» comportamientos delictivos como los detectados en varios países recientemente.

Y, aunque el papel de la organización es actuar como «notario» de las decisiones de los países sobre su negocio internacional, quieren dar «un nuevo paso» adelante y han solicitado a los países miembros que les envíen su legislación para estudiar si el COI puede tener un nuevo mandato sobre normas de control.

Información obtenida de:
http://www.efeagro.com/multimedia/el-coi-ayudara-a-los-gobiernos-a-evitar-fraudes-con-aceite-de-oliva/1-1819271.html

Soriano, satisfecha por el plan europeo de ayuda al aceite de oliva

Miércoles, agosto 1st, 2012

La consejera de Agricultura, María Luisa Soriano, ha expresado hoy su satisfacción por el plan para el aceite de oliva presentado ayer por la Comisión Europea, pues demuestra «una gran sensibilidad» con los problemas de España.

Soriano, que ha participado en el acto del décimo aniversario de Senoble Ibérica en Noblejas (Toledo), ha valorado el plan presentado por el comisario europeo de Agricultura, Dacian Ciolos, con un conjunto de medidas a medio y largo plazo para paliar los problemas del sector por los bajos precios.

La consejera ha recordado que Castilla-La Mancha está solicitando la reestructuración para el olivar y la Consejería de Agricultura está trabajando en dos reorganizaciones.

Por una parte, el cambio de la estructura comercial, donde es necesario «agrupar a los productores y la fusión comercial de las cooperativas, que pueden permitir hacer a nuestro sector olivarero más fuerte en la cadena agroalimentaria y tener mayor capacidad de negociación».

Por otra parte, la región necesita una reestructuración agronómica, un área en la que la Consejería trabaja en la transformación del olivar tradicional para conseguir implantar un olivar moderno, además de nuevas plantaciones que sean más rentables, y competitivas.

Soriano ha manifestado que este plan pondrá fin al problema que lleva padeciendo el sector olivarero en las cuatro últimas campañas, el registro de unos precios por debajo de los costes de producción.

«Así, el sector podrá remontar y hacer que nuestros productores perciban por sus aceitunas un precio digno», ha declarado la consejera, quien igualmente ha asegurado que se vigilará y controlará la calidad del aceite y se evitará el fraude y la competencia desleal por la introducción de aceites que no cumplen los mismos requisitos que se les exige a nuestros productores.

El plan también contempla la mejora de los mecanismos de regulación de mercado, de tal forma que se revisen así los precios del almacenamiento privado y cuenten con mayor flexibilidad para reactivarse en el momento que se produzca una caída de precios.

Información obtenida de:
http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=1193815

La Región de Murcia amplía los aceites amparados con la Marca de Calidad Agroalimentaria Región de Murcia

Martes, julio 10th, 2012

La Región ha aumentado el número de aceites amparados con la Marca de Calidad Agroalimentaria Control Región de Murcia, que es la figura de calidad de la que es propietaria la Comunidad Autónoma, con la concesión del uso de este sello de garantía en el etiquetado del aceite de oliva virgen extra a la almazara Olmo Vega.

Así, el director general de Industria Agroalimentaria y Capacitación Agraria, Ángel García Lidón, explicó que «esta marca certifica que el aceite de oliva virgen extra de la marca comercial ‘De Olmo Vega’, posee una calidad diferenciada y está sometido a un procedimiento adicional de control que garantiza que este aceite llega al consumidor en óptimas condiciones físico-químicas y organolépticas».

De este modo, la zona de producción se encuentra ubicada en el municipio de Jumilla, en el paraje conocido como Cañada de Albatana, según han informado fuentes del Gobierno regional en un comunicado.

Con la marca comercial se puede envasar el aceite extraído de las variedades Picual, Cuquillo y Arbequina. Las aceitunas que dan origen a estos aceites son recolectadas con el mayor esmero directamente del árbol, con el grado de madurez adecuado y son molturadas antes de las 24 horas posteriores a la recolección.

El aceite procedente de la variedad Picual presenta gran estabilidad, aromas frutales, ligero amargor y un matiz picante. El aceite elaborado con la variedad Arbequina es denso, afrutado, entre verdoso y amarillo, con aromas frutales, suaves y dulces. Por su parte, la variedad Cuquillo produce aceites de color amarillo pálido, sabor dulce y muy fluido.

APUESTA POR LA CALIDAD

La Región de Murcia apuesta por la calidad diferenciada que ya se está obteniendo tanto con las variedades tradicionales, tales como Cuquillo y Cornicabra, sobre todo, como con otras recientemente introducidas, como Picual, Arbequina y Hojiblanca, o en los aceites Virgen Extra convencionales obtenidos por molturación conjunta de distintas variedades, o en ‘coupages’ de diseños propios de algunas empresas.

García Lidón señaló que «dicha promoción debe pasar por explotar adecuadamente todo el potencial de calidad de los aceites, a través de una estrecha colaboración entre agricultores, empresas implicadas en la producción y distribución, y el sector de la hostelería, restauración y establecimientos afines».

Y es que, la producción regional de aceite de oliva en la presente campaña ha sobrepasado las 8.000 toneladas, según datos de la Agencia para el aceite de oliva. La superficie de cultivo del olivar para la producción de aceite de oliva es de 21.925 hectáreas.

De ellas, 3.011 están ya en cultivo ecológico y 1.396 en producción integrada. La superficie regional de olivar se completa con las 1.204 hectáreas dedicadas a la producción de aceituna de mesa (Mollar de Cieza y Cuquillo, sobre todo), de las que 11 hectáreas son de cultivo ecológico.

La comarca con mayor superficie de olivar es el Altiplano, con 8.828 hectáreas, seguida del Valle del Guadalentín, con 5.160 y del Noroeste, con 3.641, según la última estadística agraria regional. Las variedades predominantes son Cuquillo y Cornicabra, con destino, principalmente, a la producción de aceite.

En la comarca del bajo Guadalentín, en la última década, se ha ampliado el cultivo del olivar, mayoritariamente con la variedad Arbequina, en plantaciones superintensivas, porque permiten la recolección mecanizada a muy bajo coste y registran altas producciones por hectárea los primeros años de cultivo.

La Consejería de Agricultura y Agua sigue potenciando la mejora continuada de los aceites de oliva a través de la Marca de Calidad Agroalimentaria Control Región de Murcia, el Panel de Cata Regional, la Red Dacus para el control de la Mosca del Olivo, el Programa ‘Agricultura Limpia’, la Mejora Nutricional del Olivar, los cursos de formación y la transferencia tecnológica, principalmente.

Información obtenida de:
http://www.europapress.es/murcia/noticia-region-murcia-amplia-aceites-amparados-marca-calidad-agroalimentaria-region-murcia-20120527123045.html

Un aceite ecológico, el mejor virgen extra de la campaña 2011-2012

Martes, mayo 8th, 2012

El de la Hacienda Queiles de Tudela, en Navarra, es un aceite «dulce y almendrado», con notas de manzana y algo de canela, que destaca por sus atributos equilibrados y armónicos, según la nota en la que se hizo público el premio.

Muy intenso y complejo, de aceitunas verdes, Hacienda Queiles es un aceite frutado, ligeramente amargo en boca y algo picante, que convenció al jurado por partida doble, como el mejor y el mejor ecológico.

Para concursar como aceite de oliva virgen extra de producción ecológica, se exigió un certificado justificativo y vigente emitido por el organismo regulador competente.

Además, se especificó que su procedencia debía ser de un lote homogéneo de, al menos, 5.000 kilos, obtenido de aceitunas recolectadas solo en España durante la campaña 2011-2012.

El Premio Alimentos de España a los mejores vírgenes extra de la campaña 2011-2012 se entrega en dos modalidades, «producción convencional» y «producción ecológica» y los galardones concedidos en la primera categoría se subdivide en «frutados verdes amargos», «frutados verdes dulces», y «frutados maduros».

Entre los «verdes amargos», resultó ganador la Almazara de Muela de Priego de Córdoba (Córdoba), Nuestra Señora de Los Remedios de Jimena (Jaén), entre los «verdes dulces» y el aceite Rodau-Aceites Dauro (Torroella de Fluviá, Girona), en los «maduros».

Con estas distinciones, el Ministerio pretende contribuir a revalorizar el aceite de mayor calidad organoléptica y estimular a los productores a elaborar y comercializar alimentos de excelencia.

Información obtenida de:
http://www.efeverde.com/contenidos/noticias/un-aceite-ecologico-el-mejor-virgen-extra-de-la-campana-2011-2012

Álvaro González Coloma: ‘El aceite, como el vino, tiene que salir de la cocina y llegar a la mesa’

Martes, febrero 28th, 2012

Álvaro González Coloma nos recibe en su despacho en pleno corazón de Madrid. Es el director gerente de la Fundación Patrimonio Comunal Olivarero, una persona especial, nada convencional y enamorada de la naturaleza. La entrevista tiene el sonido de fondo de dos jilgueros que revolotean en sus jaulas animados por nuestra conversación. «Así uno cree que está en el campo», nos dice mientras nos sentamos para la entrevista. Antes de nada, nos hace una confesión: «me enamoró el aceite, como a muchos otros que trabajan en el sector, porque es mucho más que un alimento». De hecho, reconoce que alrededor del aceite existe la cultura más importante del mundo, la cultura mediterránea. «Las grandes religiones se han forjado alrededor del Mediterráneo. Toda esa cultura tiene un eje fundamental: el olivo y el aceite de oliva. Por eso, hay que tratar al aceite con más glamour porque no se trata de un simple alimento sino de un símbolo de mitologías, de culturas, de raíces de un pueblo…».

Desde hace cuatro años, la Fundación promueve cursos en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander donde todo ese mundo que rodea al aceite tiene algo que contar: «llevamos a médicos que hablan de sus cualidades, técnicos que dirigen catas y que hablan de cómo se fabrica el aceite de oliva; pero también van catedráticos de Arqueología, que nos cuentan la historia del mundo romano, del mundo griego y toda esa mística que ha rodeado a la simbología de la paz, con el olivo como elemento que ha aunado a tantas culturas».

Para que la gente vea lo enraizado que está en el pueblo la cultura del olivo, al curso de verano de la Universidad Menéndez Pelayo van tres premios nacionales -uno de guitarra, otro de baile y otro de canto-, que interpretan cantes populares flamencos que tienen que ver con el olivo y el aceite de oliva. «Eso demuestra que esa cultura ha impregnado hasta las raíces del pueblo en su hacer cotidiano. A día de hoy, en un mundo tan materialista como el que vivimos, todo ese simbolismo que está rodeando al aceite quiere dar un poco más de cariño y de humanidad a un trabajo que involucra a muchas personas».

-. ¿Qué le atrajo del mundo del aceite?

-. Recuerdo que en mi casa mi casa en los desayunos y en la merienda siempre se tomaba pan con aceite. Quizá porque las raíces de mi padre eran valencianas y las de mi madre salmantinas yo, más que pan con chocolate, tomaba pan con aceite. Yo no era consciente de eso, sólo pensaba que me gustaba esa merienda y ese desayuno.

A nivel profesional, el aceite de oliva entró en su vida hace quince años. «Este producto me atrajo por todo susimbolismo cultural, por su importancia sociológica, laboral -vive alrededor del cultivo del aceite mucha gente-, y por sus vicisitudes buenas y malas, porque el aceite de oliva ha tenido una trayectoria muy difícil. Estuvo perseguido hasta por la Inquisición…».

-. ¿La Inquisición prohibió el consumo de aceite en nuestro país?

-. Hasta hace muy poco, las grasas que se consumían dentro de la alimentación humana eran animales o aceite de oliva. Los aceites vegetales son de una época muy reciente, cuando la tecnología lo ha permitido. Entonces, en una época en la que el mundo musulmán y el mundo judío tenían prohibida la carne de cerdo, consumían aceite de oliva. Por lo tanto, cuando llegó la Inquisición y se fue desalojando a judíos y árabes de la península, todo aquel que consumía aceite de oliva era considerado árabe o judío. La gente sacaba la matanza a las terrazas de los pueblos del norte de Castilla para que se viera que, aunque se consumía aceite de oliva, también se comía cerdo y así la Inquisición les dejaba tranquilos. De esa manera dejaban de ser sospechosos.

-. ¿Ha habido alguna persecución más?

-. No. Lo que ha habido han sido muchos cambios en la percepción dietética. Creo que fue Marañón quien aseguraba que no había nada más mutable que las directrices en los ámbitos dietéticos. El aceite lo que sí que ha sufrido han sido muchos desprestigios y no ha sido el único, porque también se pensaba que el pescado azul era malísimo hasta que la tecnología ha demostrado lo contrario.

-. ¿Cuándo se produce el gran salto del aceite?

-. Realmente el boom real del aceite de oliva en España comienza en los años 80, con la incorporación de nuestro país a la Unión Europea. Esto nos permitió recibir fondos y ayudas que sirvieron para desarrollar más el cultivo y conseguir una mayor inversión, no solo en tecnología sino también en investigación de sus cualidades beneficiosas para la salud. Tuvo que venir un americano a decirnos que el aceite de oliva era muy bueno. Había estado investigando en la isla de Creta porque observó que en ella había muchos menos procesos cardiovasculares que en otros lugares del mundo. El profesor Case se dio entonces cuenta de que el eje de los hábitos alimenticios en Creta era el consumo de una grasa distinta: el aceite de oliva. Ese fue el gran inicio de la dieta mediterránea, que al final acabó siendo Patrimonio de la Humanidad.

Álvaro González Coloma asegura que el mundo desarrollado en el que vivimos ha tomado unos hábitos muy sedentarios, con lo cual las calorías que ingerimos no las quemamos. «Dentro de ese mal comer o de esos malos hábitos que tenemos todos, la dieta mediterránea se desarrolla mejor que otras para conseguir que mejore nuestra salud. Igualmente, sabemos por investigaciones como las del doctor Eduard Escrich en Cataluña, que en la prevención del cáncer de mama sus resultados son espectaculares. En el campo de la diabetes también lo son».

EXPORTAR SALUD

-. Ahora de lo que se trata es de llevar ese mensaje de salud más allá de nuestras fronteras.

-. Hay que exportar, porque la producción de aceite llega a volúmenes muy grandes. El mensaje que hay que transmitir es muy difícil porque imagina que llegamos a otros países, con unos hábitos de consumo totalmente diferentes a los nuestros, y entonces tenemos que decirles: «queremos cambiarles su aceite de palma, su aceite de coco o de soja por el aceite de oliva». Pero además tiene otro inconveniente, que es tres veces más caro que el aceite que ellos toman, con lo cual el mensaje para exportar es: «tome un aceite que no le gusta y que encima es mucho más caro». Por lo tanto, a nuestro mensaje habría que añadirle algo, ¿no?

-. ¿Salud?.

-. Hay dos vías importantes, una es la salud. Por eso, en los últimos años, el sector del aceite está apostando mucho por la investigación real, porque una investigación médica resulta muy cara y muy lenta. Pero si queremos reconocimiento y que se acepten internacionalmente los valores que tiene el aceite de oliva por parte de toda la comunidad científica, no queda más remedio que hacer esa inversión porque, al final, dará sus frutos. De hecho, ya está dando sus resultados y si se hubiera empezado 10 años antes probablemente hoy tendríamos muchas más cosas. Pero, de momento, hemos conseguido que la FDA (Food and Drug Administration) americana ya permita poner en las etiquetas de Estados Unidos que el aceite de oliva es bueno para la salud cardiovascular, cosa que en Europa aún no hemos logrado porque la legislación es más estricta. Y la segunda vía, no menos desdeñable y desde otro punto de vista totalmente distinto, es que hay que mencionar el glamour que envuelve al aceite: la tienda gourmet, la exquisitez, el producto de élite.

-. ¿Hay quien dice que el aceite de oliva es tanto alimento como medicina, lo ha escuchado?

-. Sí, pero a mí me molesta cuando se dice eso porque soy totalmente contrario. Primero porque no lo es. Se trata de un hábito de consumo que te permite asegurar una calidad de vida durante un tiempo mucho más largo.

-. ¿Habría que enseñar a la gente a consumir aceite de oliva virgen extra desde niños?

-. ¡Por supuesto! No inculcar a los niños ese hábito de consumo se empieza a notar cuando la vida comienza a decaer. En ese momento, comienzan a aparecer enfermedades de las que se está demostrando que el aceite de oliva es protector. Si ha habido un hábito de consumo se notará en la salud. Muchas veces, a la gente le da un infarto y se pone a tomar aceite de oliva al día siguiente y, claro, de alguna forma le va a beneficiar pero hubiera sido mucho mejor que lo hubiera consumido desde niño. Aquí coinciden todos los investigadores. Ya no es un tema comercial, sino político, porque se trata de la salud de la población. Una sociedad no se puede permitir tener los 30 últimos años de media de la vida de las personas con un coste médico importante que tiene que soportar toda la sociedad. Si conseguimos mejorar la salud de las personas con edad, esto va a tener una repercusión económica en la sociedad.

-. ¿Y los políticos se han involucrado con el aceite español?

-. Afortunadamente se van involucrando más. Hoy ya hay muchas personas del mundo de la Administración y del mundo de la política con las que hemos colaborado y ya son unos enamorados del aceite de oliva.

-. ¿Ha faltado la marca España?

-. Ha faltado. Desde la incorporación de España a la Unión Europea, en el año 86, hasta nuestros días se han hecho muy pocas cosas. A finales de los años 70 se arrancaron 300.000 hectáreas de olivos en Andalucía e incluso se decía que era un aceite poco rentable. Muchos de esos olivos se sustituyeron por girasol y por naranjos. Y fíjate ahora el problema que tienen el girasol y el naranjo. El olivo se recupera a partir de que comienza a compensar a nivel económico la producción, ahí es cuando se empieza a pensar que es un producto notable.

-. ¿España cómo está posicionada en el mundo del aceite de oliva?
-. Se relaciona el aceite con elpaís que tiene el mayor volumen de producción: España. Cuando piensas en un producto agroalimentario que maneje un solo país piensas, por ejemplo, en el café de Colombia, que representa el 20% de la producción mundial de café. Pues bien, España representa el 50% de la producción mundial de aceite de oliva. Esto quiere decir que de cada dos botellas de aceite que se venden en el mundo, una es española. Ese dato nos tiene que hacer reflexionar sobre la importancia económica, social y de arraigo a la tierra que posee el olivo. El aceite de oliva tiene otro componente importante y es que mantiene el estatus de la vida rural y la fijación del pueblo sujeta a un terreno. En general, todos los componentes de la dieta mediterránea son unos elementos fijadores de la población rural a su medio, ya que aportan ese valor que permite vivir y, además, de forma muy saludable.

-. ¿Cuál debe ser el paso siguiente de España?

-. Tenemos que liderar y canalizar la investigación desde España porque en la gran mayoría de los nuevos países en los que se está implantando la producción de aceite, el capital es español. La implantación está en Argentina, en Chile, en Marruecos pero capital tecnológico ha sido de España. Además de la presencia del aceite de oliva en nuestro país, se ha distribuido por muchos lugares que no eran consumidores ni por supuesto productores.

-. ¿El aceite español, por el clima y la tierra, no es de mejor calidad que el que se hace fuera de aquí?

-. Yo creo que cuando un aceite no es bueno es porque no se hace bien desde el origen, porque la fábrica del aceite es la aceituna. Esto no es como el vino. Creo que, desgraciadamente, se ha tendido mucho a comparar una cultura con otra y no tienen nada que ver. Cuando sacas el vino de una uva, puedes hacer un vino malo o magnífico y, además, el vino va mejorando con el paso del tiempo. En cambio, al aceite nunca lo podrás mejorar tras salir de una aceituna. A lo más que puedes aspirar es a conservarlo porque al final es como un zumo. El aceite es lo que sale al exprimir la aceituna y si tú no has cuidado a la aceituna, has dejado que caiga al suelo y que se pudra, hay que tirarla. No se puede hacer aceite con ella. Sin embargo, desgraciadamente, muchos aceites se han hecho con ese tipo de aceitunas y de ahí no pueden salir buenos aceites porque ha habido fermentaciones.

-. ¿Todo el mundo está concienciado de esto?

-. Afortunadamente las cosas van cambiando a una velocidad tremenda y el sector ha tomado conciencia en ese sentido.

. ¿Ha habido que educar al propio productor?

-. Totalmente. Esa labor también la hemos hecho desde aquí. Hasta hace muy poco no se cuidaba la elaboración del aceite. Los olivos los plantan los romanos para llevarse el aceite a Roma, no para que se consumiera el aceite en España. Desde ahí, con todos sus avatares, se ha mantenido y, afortunadamente, ha llegado a nuestros días. La tecnología ha permitido darse cuenta de que el aceite de oliva se puede hacer magníficamente bien con lo que se tiene aquí y que no hace falta irse a la Toscana de Italia. Yo te diría que, si las condiciones del suelo y del clima se dan, se puede hacer un aceite de extraordinaria calidad.

«HAY QUE ACOSTUMBRARSE A TENER DIFERENTES ACEITES»

Álvaro González Coloma disfruta hablando del aceite. No mira el reloj y da la impresión de que no oye a sus jilgueros que se esfuerzan en que sus trinos estén en el primer plano de nuestra conversación. Está concentrado en transmitirnos lo importante que es la presencia del aceite en nuestros hogares.

-. ¿Debería haber en las casas diferentes aceites de oliva virgen extra para cada plato?

-. Hace unos años encargamos a Alberto Moya, el dueño del BogaBar de la calle Almirante en Madrid, que hiciera tres gazpachos con los mismos ingredientes pero con tres aceites distintos y que esos aceites tuvieran distintos sabores. La gente probó los aceites dentro de los gazpachos, luego preguntamos cuál les había gustado más y no se pusieron de acuerdo. A unos les gustaba un aceite y a otros otro. Hay tantos sabores como personas y nadie coincide en señalar un aceite.

-. ¿Los sabores nada tienen que ver con la calidad?

-. El estándar de calidad lo tienen todos por igual. Por eso te digo que la calidad es cuestión de hacer las cosas bien, coger el fruto maduro, llevarlo a una almazara lo antes posible para exprimir el aceite, sacarlo y envasarlo muy bien para que se conserve en las mejores condiciones. Cuando el aceite sale de la aceituna empieza a perder propiedades, porque empieza a oxidarse. No es como el vino, que sus componentes al final transforman el azúcar en alcohol.

-. ¿Los productores lo entienden?

-. Afortunadamente las infraestructuras del sector del aceite han cambiado de forma radical en los últimos años. El sistema de extracción ya no es el mismo. Antes era de prensada. De ahí venía lo del aceite de primera prensada en frío, porque luego se le añadía agua caliente para que soltara todavía más aceite. Ese aceite estaba en contacto con el aire todo el tiempo y lo peor que hay para el aceite son el agua y la luz porque lo oxidan. Por eso, la tendencia moderna de los aceites es envasarlos en botellas negras.

-. ¿Aguanta más en vidrio?

-. No necesariamente, pero el vidrio aporta calidad. El aceite, tradicionalmente, era un producto de cocina, no salía a la mesa porque era un producto para guisar. Digamos que no tenía el glamour de una botella de vino. En una cena no traen servidos los vasos de vino. Sin embargo, muchos platos ya los traen aliñados. Ahora estamos trabajando en este punto. Tiene importancia la presentación del aceite, porque no es lo mismo presentarlo en una botella de plástico, que parece de lejía, que en una botella de diseño como las que se están haciendo hoy en día. El sector está trabajando cada vez más en ello porque se han dado cuenta de que esa posibilidad de sacar el aceite a la mesa, como ingrediente de una ensalada, es un mensaje importe que queremos transmitir a la restauración. Tenemos que enseñar a consumir el aceite y que las personas vean las diferencias entre un aceite y otro.

-. No se pueden usar todos los aceites para los mismos platos, ¿verdad?

-. Me contaba el restaurador Alberto Moya que no. Si hacía una merluza le ponía un chorro de aceite de arbequino, que le daba a la merluza un toque de frescor. En cambio, si a ese pescado le echamos aceite de aceituna picual, de Jaén, probablemente la merluza te sepa solo al aceite y, al final, se haya perdido el sabor de la merluza. Hay aceites muy fuertes que se comen el producto al que acompañan.

-. ¿Las amas de casa también tienen que aprender a cocinar con diferentes aceites?

-. Eso sería lo ideal, pero entiendo que una casa media a lo mejor no se lo puede permitir. Hay aceites de grado medio, sin tanta personalidad, que permiten usos distintos. Sin embargo, tengo que decir que en una casa normalmente se tienen tres botellas de vino distintas y de aceite, en cambio, no. La botella de aceite vale tres veces menos que una de vino. Otra pregunta que me hago es: ¿por qué al llegar al restaurante te tienen que dar una botella de aceite ya abierta?. Una botella de aceite sin tapar empieza su oxidación y puede llegar a estar rancio a la hora de consumirlo. Deberían abrir la botella en la mesa. Una botella de aceite de cuarto de litro cuesta, a precio de mercado, lo mismo que un café.

-. ¿Podríamos llevarnos la botella a casa?

-. Una vez terminada la comida queremos que las personas puedan llevarse el aceite a su casa o que la dejen en el restaurante para que cocinen con él. Estamos divulgando esto porque se trata de apostar por la calidad.

-. ¿Están pensando en promover nuevas campañas publicitarias?

-. Estamos en ello. En Portugal esto se consiguió por una legislación que obligaba a que, cuando te llevaban un aceite virgen extra a la mesa, lo tenían que abrir allí mismo. Aquí luchamos para que el Ministerio tenga una legislación parecida.

-. Habría que enseñar a distinguir diferentes sabores en distintos aceites.

-. A nadie le extraña que un sumiller vaya a la mesa a recomendar uno u otro vino pues, ¿por qué ese mismo sumiller no va a la mesa para aconsejar sobre el aceite?. Desde la restauración se llegaría a eso. Además, como el cliente habría pagado la botella, en la cocina de su casa usaría ese aceite bueno gratis y, encima, seguro que de más calidad que el que estaba usando. Creo que este es el mensaje que habría que hacer llegar.

-. No hay nada como que esa iniciativa se ponga de moda a través de la televisión.

-. Se está haciendo mucho en muy poco tiempo. Quién más está promoviendo iniciativas es la Organización Interprofesional del Aceite de Oliva Español. El organismo que, desde hace tres años, ha aglutinado a todo el sector del aceite para conseguir una mejor promoción. La Fundación, por otra parte, lo que hace es financiar la investigación y colaborar en eventos y congresos médicos para su difusión. El aceite empezó a publicitarse en la tele, sobre todo, de la mano de Hojiblanca cuando Carlos Arguiñano comenzó con sus recetas. En esos años, el líder del mercado era el aceite Carbonell que también se anunciaba en la televisión. Así empezó la cosa hace muy poco tiempo.
LA INICIATIVA DE UNOS ENAMORADOS DEL OLIVO

-. ¿Cuándo nace la Fundación?

-. La Fundación nació en los años 30 como agrupación de la gente relacionada con el mundo del olivo. La iniciaron unos enamorados del árbol que se dedicaban a estudiarlo. Imagino que lo hacían porque lo habrían conocido en su infancia y comenzaron a investigar todo lo relacionado con el cultivo, el mundo del olivo y, luego, con el consumo del aceite. En aquellos momentos, además, sobraba aceite porque no se consumía todo el que se producía. Las almazaras no tenían depósitos para almacenar el aceite. Allí llegaba el agricultor con su aceituna, extraía el aceite y, por otro lado, sacaba su garrafa, y con un capacho o con lo que fuera, lo vendía por los pueblos. ¿Qué pasaba con el aceite que no lograba vender? Pues el sector decidió poner dinero de su bolsillo, lo mismo que hace ahora con la Interprofesional, para crear una red de almacenes con capacidad de regular todos los stocks del mercado del aceite.

-. ¿Cuándo se construyó esa red?

-. Esta red de almacenes se construyó a finales de los 40 y comienzos de los 50, hasta convertirse en la mayor red de almacenamiento privado de aceite del mundo. Hoy podemos almacenar 400 millones de kilos de aceite. Esa red de almacenes sigue existiendo y realmente es de lo que vivimos porque esta Fundación es privada y nunca ha recibido dinero de la Administración, de lo cual el sector está muy orgulloso.

Se construye esta red de almacenes, sobre todo, en las zonas productoras para recoger el aceite que sobraba pero, además, se creó un fondo para poner en marcha iniciativas que ayudaran al sector. Por eso se creó un laboratorio arbitral de referencia de calidad, que se utiliza mucho en los contratos. «Lo que diga el laboratorio del Patrimonio va a misa y, por ejemplo, en las discusiones entre vendedor y comprador lo que dice el laboratorio se tiene en cuenta. Aparte de esto, fuimos los primeros que empezamos a envasar, con un cierto volumen, el aceite virgen extra. Creamos una planta envasadora y empezamos a buscar por toda España cuáles eran los aceites de más calidad para envasarlos nosotros con nuestra propia marca. Pronto se convirtió en referente de calidad. Por ejemplo, nuestro aceite es la marca blanca de El Corte Inglés. Nosotros lanzamos un tipo de botella distinta al resto para que se identificara bien: es la única botella triangular que hay en el mercado».

-. ¿Un consejo de buen uso del aceite?

-. El aceite nada más comprarlo hay que consumirlo. Si quieres que te dure de un año para otro, lo que tienes que hacer es meterlo en la nevera porque allí está medio congelado y no le da la luz. Es donde mejor se conserva una vez que se ha abierto. El único problema es que el aceite se solidifica a una temperatura relativamente alta, a unos 6 o 7 grados de frío. Esto no estropea al aceite ni mucho menos. El problema es que si lo tienes que usar tienen que pasar dos horas para que vuelva a coger la temperatura ambiente. Entonces, para un aceite que tienes que guardar mucho tiempo se usa la nevera y, si no, lo dejas en un armario cerrado y ya está.

Cuenta la anécdota que si hay una reunión de cocineros italianos y españoles «el italiano usa el aceite de oliva abriendo la botella, vierte en un plato o en una sartén lo que necesita y cierra la botella de forma inmediata. En cambio, el resto de cocineros españoles abren la botella, la dejan sobre la mesa y al final es cuando la cierran. Eso es porque el italiano tiene muchas más tradición de uso del aceite de oliva y conoce que el aceite se pone rancio al contacto con el aire».

-. ¿Tendrán que reeducarnos a todos?

-. Pues sí. Hay que educar a los niños, a los políticos, a los restauradores y a las amas de casa. Por eso, la Fundación Dieta Mediterránea, a la que también pertenezco, da tantas conferencias a las amas de casa y a los niños… Por allí ya han pasado 80.000 niños, a los que no solo les hablamos del aceite porque sería muy aburrido para ellos, les damos un desayuno y lo mezclamos con frutas, hortalizas, que muchas veces ni conocen porque los hábitos de consumo se han ido degradando.

Por otro lado, nos comenta que la Fundación Patrimonio Comunal Olivarero tiene también una tienda que no tiene vocación comercial sino didáctica. «Recogemos todos los aceites de alta gama de calidad y nuestros tenderos aconsejan y transmiten las cualidades de los distintos tipos de aceite de tal forma que el consumidor se pueda informar. Hay muchos restauradores que van allí y preguntan si hay nuevos aceites porque quieren probar todo lo nuevo del mercado».

Hace 10 años, con Miguel Arias Cañete al frente del Ministerio de Agricultura, se planteó que todo el patrimonio de los olivareros tuviera una figura jurídica. Así se creó esta Fundación que englobaba a todos los distintos sectores del aceite. Así, la red de almacenes, la envasadora, el laboratorio, hasta las oficinas y también el patrimonio financiero -que tenía unos recursos financieros importantes- pasaron a la Fundación. El patronato de la Fundación lo compone todo el sector del aceite: desde los productores a través de su sindicato, las cooperativas, las almazaras industriales… todos están representados en ella. Fue el propio sector el que le pidió a Álvaro González que se hiciera cargo de la dirección.

La Fundación no tiene ánimo de lucro y el dinero que se gastan se revierte en favor del sector. «Son todos esos recursos juntos lo que al final nos permite financiar los 3 o 4 proyectos de investigación que se están realizando ahora mismo y que son caros y largos en el tiempo».

-. La Fundación Dieta Mediterránea, ligada a usted y también al aceite de oliva virgen extra, tiene igualmente mucho trabajo por delante.

-. Fue Francisco Sensat, un antiguo productor de aceite ya jubilado, con varias generaciones detrás y presidente de la Asociación de exportadores durante mucho tiempo, quién creó la Fundación para evitar que se perdiera esta dieta. Hoy participan en ella desde la Administración a una serie de empresas del sector: Freixenet, Torres, Gallina Blanca, gente del aceite, del Patrimonio… Cada patrono desembolsa un dinero que cada año se usa para distintos programas de actuación con niños para enseñarles buenos hábitos. También hemos estado dedicados durante dos años a conseguir que la Unesco reconociera la dieta como patrimonio de la humanidad. Finalmente lo hemos conseguido, lo que supone un reconocimiento a nivel mundial. Ahora hay que difundir cuáles son los beneficios.

-. Sé que a la dieta mediterránea se le ha añadido un nuevo concepto.

-. Sí, el concepto de forma de vida, de comer en conjunto porque no hay nada más deprimente que ver a una persona comiendo sola. La dieta mediterránea defiende el comer acompañado porque eso implica que has tardado más en comer lo mismo y eso es bueno para tu salud. Hay que comer con los amigos y disfrutar de ese entorno que favorece la salud.

-. ¿Cuál es su sueño?

-. Mi sueño es poder hacer llegar a la sociedad la idea de que consuma por tradición. No es igual un país que tiene tradición pero, sobre todo, no es lo mismo el desarrollo cultural. En el norte de Europa el aceite se va a tomar por convicción porque el proceso de la alimentación es «comemos para no morirnos», para subsistir. Hay que dar otro salto, comer para disfrutar. No solo comemos para sobrevivir sino que disfrutamos con ello. El siguiente paso es que, además de todo eso, nos siente bien y que sea bueno para nuestra salud. Ahora estamos en esa etapa. Cada uno de esos eslabones son importantes. Todavía muchos países piensan en la comida como algo necesario para poder llegar a mañana, ya que el hambre les azota. En otros lugares donde hay comida, y ya no se muere nadie de hambre, comienzan a disfrutar del gusto de la comida. En una sociedad más evolucionada es donde, además de disfrutar, esperamos que la comida nos ayude a alcanzar una mayor calidad de vida.

-. ¿El consumo de aceite va ligado al desarrollo de un país?

-. Aunque ahora no es así, en un futuro próximo seguro que sí. En los nuevos hábitos de consumo son las grasas las que cobran más importancia en el desarrollo de las enfermedades. También son necesarias las grasas porque el cuerpo las necesita para su desarrollo pleno. Lo que sí se está demostrando es que el aceite de oliva reúne todas esas grasas beneficiosas que permiten dar más vida a los años y no más años a la vida.

Álvaro González Coloma ha unido en esta conversación historia, economía y salud.Quedamos emplazados en seguir rebuscando en la historia del mundo del aceite. Pocas personas contagian de tanta pasión por lo que hacen. Le animo a que escriba un libro y no dice que no. «¡Cuando tenga más tiempo, lo haré!».

Información Obtenida de:
http://www.lavozlibre.com/noticias/ampliar/523141/alvaro-gonzalez-coloma-el-aceite-como-el-vino-tiene-que-salir-de-la-cocina-y-llegar-a-la-mesa

Descubren beneficios en el aceite para tratar lesiones medulares

Viernes, febrero 10th, 2012

Investigadores del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo han descubierto que la combinación de una molécula del aceite de oliva con la albúmina –la principal proteína que contiene la sangre– produce beneficios para tratar lesiones medulares al reducir la espasticidad y el dolor en el paciente, siempre dependiendo del tipo de lesión.

El estudio se ha desarrollado en el centro hospitalario toledano por parte del Grupo de Función Sensitivo Motor, al frente del cual se encuentra el doctor Julian Scott Taylor y que se compone también por el biólogo Gerardo Ávila, la bioquímica Iriana Galán y el fisioterapeuta Julio Gómez.

El propio Scott, en declaraciones a Europa Press, ha explicado que el aceite usado hasta ahora en las investigaciones proviene de la variedad de las aceitunas conocida como Cornicabra que se encuentra en los Monte de Toledo.

Igualmente, ha señalado que esta línea de investigación parte de los trabajos llevados a cabo por los doctores Medina y Tabernero, del Instituto de Nerurociencias de Castilla y León (INCYL) de la Universidad de Salamanca, quienes descubrieron el factor neurotrófico –crecimiento de neuronas– de una la molécula del ácido oleíco en combinación con la albúmina.

EFECTOS BENEFICIOSOS

Dicho descubrimiento está siendo aplicado por el grupo de investigación de Scott en modelos de lesión medular en roedores, lo que les ha permitido, ha añadido el científico, observar que se producen tres efectos beneficiosos en los experimentos llevados a cabo hasta el momento.

El primero de ellos es la confirmación de que la combinación del aceite con la albúmina produce un efecto neurotrófico porque las neuronas crecen «mucho más a través de una médula afectada por un accidente, lo que produce que los animales pueden correr más rápido y por más tiempo», ha indicado.

El segundo de los efectos, añade Scott, es que esta combinación actúa como un antiinflamatorio según se ha demostrado en las médulas de los roedores. «Eso es bueno porque podría ayudar a mantener la estructura de la médula después de una lesión», ha indicado.

Por último, ha explicado que se ha demostrado que el ácido oleíco y la albúmina son «un fuerte analgésico» al haberse descubierto que hay menos factores de excitación en la medula espinal dañada después de aplicar esta combinación.

EFECTO PROMETEDOR

Scott ha destacado el «efecto prometedor» que tiene la combinación de estas dos moléculas, aunque ha advertido de que todavía «queda bastante por hacer», ya que el posible fármaco resultante se encuentra todavía en fase de experimentación con animales.

Así, ha indicado que quedan por realizar algunos experimentos más en roedores antes de que se pueda dar el paso para que se puedan hacer ensayos piloto en pacientes, como testar la toxicología del producto o que se pueda aplicar a los pacientes por vía intravenosa.

No obstante, ha resaltado el paso adelante que significa que la molécula del ácido oleíco que investiga su equipo haya sido ya aprobada a nivel europeo como ‘droga huérfana’, un hecho que permitirá llevar a cabo ensayos clínicos en personas, en su combinación con la albúmina, cuando acaben los experimentos con animales.

En este sentido, ha destacado que los avances realizados han permitido a su equipo, en colaboración con la empresa biofarmacéutica Lipopharma, patentar el uso del aceite y la albúmina para el tratamiento de la lesión medular en ensayos clínicos.

También ha manifestado que, en colaboración con la compañía farmacéutica Grifols, otro de los avances conseguidos por su equipo ha sido poder trabajar ya con albúmina humana y comenzar a ver la posibilidad de usar estas dos moléculas en un paciente.

FINANCIACIÓN

Todo ello, ha dicho Scott, permitirá buscar nuevas vías de financiación para que el proyecto siga hacia adelante. Una financiación que ha cifrado en un millón de euros, de los que dependerán, ha dicho, los plazos para que este producto se pueda probar en personas.

A este respecto, el investigador ha señalado que se está pidiendo financiación tanto a nivel europeo como nacional, al tiempo que ha lamentado el «peligro» en el que está entrando la investigación científica en España al no haber fuentes de financiación.

«Entendemos que hay crisis, pero hay que intentar seguir haciendo este tipo de investigaciones que, en nuestro caso, llevamos haciendo ya más de diez años», y que pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de los enfermos, ha concluido.

Información obtenida de:
http://www.europapress.es/castilla-lamancha/noticia-descubren-aceite-oliva-combinado-proteina-sangre-reduce-dolor-lesionados-medulares-20120121121628.html

Oleoturismo, un viaje al mundo del olivar

Jueves, febrero 2nd, 2012

El oleoturismo es un fenómeno relativamente reciente por el que el visitante de las rutas del aceite busca disfrutar de la naturaleza, de la gastronomía y del patrimonio cultural a partes iguales. Si primero fue el vino la ‘estrella’ gastronómica que desató el interés de un nuevo tipo de turistas, después llegó el olivar y el aceite de oliva, un paisaje y un producto que es seña de identidad de gran parte del territorio español y muy especialmente de Andalucía.

Las rutas del aceite se han visto como un complemento económico muy interesante para zonas rurales, más aún cuando la producción de aceite ha dejado de ser rentable para muchos olivareros. Y en las ciudades muchas personas buscan salir de ellas en busca de algo más que naturaleza.

En este sentido, las rutas del aceite que han proliferado por las comunidades productoras suelen ofrecer desde la visita a los campos de olivos, a veces coincidiendo con la recogida de aceituna como ocurre en estas fechas, a la visita a las almazaras (donde se extrae el aceite), preferentemente antiguas y que forman parte del patrimonio cultural, y se completa con catas para paladares principiantes que aprenden a distinguir entre las variedades de aceituna más comunes y desgustaciones de la gastronomía local, siempre con el aceite de oliva como protagonista

Según un estudio de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de Córdoba sobre esta actividad, así es el perfil socioeconómico del oleoturista: Mayoritariamente se trata de hombres (aunque es una modalidad de turismo bastante familiar), de edad superior a los 45 años, con un nivel de renta entre 1.001 y 1.500 euros, personas casadas y pertenecientes muy mayoritariamente a zonas urbanas.

Desde hace años, hay viajes programados para estas rutas del aceite. Una de las más conocidas y completas tiene como punto de partida Madrid y está organizado desde la tienda-escuela El Alambique. Tan sólo hace falta reunir a diez personas con ganas de viajar y conocer el mundo del aceite y estar dispuestos a pasar tres o cuatro días con el centro de operaciones en un cortijo de labranza, que data del siglo XVII, transformado en un alojamiento rural donde se imparten clases relacionadas con la gastronomía local.

El viaje con destino a comarcas de Sevilla y Cádiz incluye la visita a una almazara de más de 200 años, donde se elabora el aceite totalmente a la antigua usanza, con la antigua maquinaria todavía en plena forma: las aceitunas se trituran con las tradicionales piedras de molino y la pasta se prensa en los capachos de esparto. Es, prácticamente, la única almazara andaluza que elabora toda su producción de esta forma.

Además de conocerse el mundo del aceite se visitan bodegas, hornos de pan y se degustan platos de la cocina típica andaluza. «En las últimas semanas estamos recibiendo bastantes peticiones» dicen desde El Alambique.

Desde Andalucía y el medio rural, hace unos años el oleoturismo despertó gran entusiasmo que no siempre se ha sabido mantener y la crisis económica no ha ayudado precisamente. Los pueblos olivareros, muchos de ellos agrupados en la Asociación Española de Municipios del Olivo (AEMO) vieron en el oleoturismo una posibilidad de desarrollo y se lanzaron a aprovecharla.

A partir de 2004, AEMO promueve el proyecto Oleoturismo que auspicia la Diputación de Jaén, impulsando una red de intercambio de experiencias, relacionadas con la valorización turística de los recursos locales asociados a la producción del aceite de oliva, en la que participaron siete países mediterráneos.

Más allá de los proyectos y estudios, están las iniciativas más tangibles. Entre ellas, la ‘vía verde’ de Jaén, que puede complementarse con visitas culturales a las ciudades de Úbeda y Baeza, referentes del patrimonio artístico de la provincia. Hay algún municipio olivarero, como el cordobés de Bujalance, donde se explota muy activamente el valor del aceite de oliva. Por 25 euros por persona se puede visitar el pueblo, las fincas de olivos, las almazaras y caldererías, y culminar la mañana con un almuerzo en los restaurantes de la localidad para degustar un almuerzo cordobés con el aceite de oliva virgen extra como protagonista por otros 10 euros más.

También se visitan asiduamente almazaras de la Sierra de Cádiz o del interior de la provincia de Málaga, como en la comarca de Los Montes y algunas firmas punteras en el aceite de oliva. En todo caso, casi todas las denominaciones de origen del aceite de oliva ofrecen rutas turísticas, y muchas empresas ofrecen la venta directa de sus productos a los visitantes.

Eso sí, se echa en falta una mayor coordinación entre municipios, marcas, profesionales de la cata, restaurantes, y hoteles para ofrecer una visita completa y que anime al público a desplazarse al campo. Aunque hay interesantes excepciones, como la Fundación de Juan Ramón Guillén, del grupo Acesur, que se ha puesto manos a la obra a editar la primera guía de oleoturismo de Andalucía.

Puntos débiles

Por otro lado, el estudio de la Universidad de Córdoba revela importantes carencias en la organización y desarrollo de las rutas oleoturísticas y las actividades programadas. Las características del viaje realizado por este tipo de oleoturista muestran que el 63% de los encuestados no pernoctan en la zona a consecuencia de la reducida infraestructura hotelera, uno de los principales frenos a la consolidación de este turismo. Es por esto por lo que la mayor parte de las visitas que se ofrecen desde Andalucía apenas duran media jornada.

No obstante, muchos de estos turistas están dispuestos a volver a la zona debido a su alto grado de satisfacción con las visitas a las almazaras realizadas. Esta disposición a regresar para completar la visita podría generar riqueza en la zona, creando empleo en el sector de la restauración-hostelería y de la artesanía, pues más del 35% de los turistas no se han llevado ningún recuerdo (cerámica o productos típicos) al no existir tiendas especializadas de recuerdos.

La falta de infraestructuras hoteleras y sobre todo la falta de coordinación entre los proyectos de oleoturismo y casas rurales de la zona, tiendas de souvenirs, restaurantes o museos, pone de manifiesto que en el oleoturismo falta mucho para que pueda equipararse con iniciativas punteras y de gran éxito e importante rentabilidad como son las del enoturismo, el turismo del vino.

A pesar de que en Andalucía existen centenares de cooperativas olivareras en plena producción y se asientan grandes firmas del sector, en pocos casos han seguido el camino de vino. Aunque las comparaciones resulten odiosas, el enoturismo ha dejado incluso muestras de arquitectura puntera para acoger bodegas de importantes marcas y que se prologa también a hoteles y ‘spas’ modernos que incluyen en su oferta tratamientos a bases de vino y uva.

En definitiva, venden un ‘estilo de vida’ que no aparece como valor añadido en el oleoturismo, generalmente carente de ese punto de sofisticación. Sin embargo, el aceite de oliva, tan apreciado como cosmético en países como Japón, no ha encontrado ese aprovechamiento de cara al turismo nacional e internacional.

Información obtenida de:
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/01/14/andalucia/1326555661.html

Oro virgen extra de baena

Jueves, febrero 2nd, 2012

La cultura añeja, por sabia, siempre consideró como predilectos el fruto del olivo: la aceituna, y el zumo puro de esta: el aceite; dos arabismos que, desde el corazón de la etimología, encontraron en el microclima de Baena y en la pulcra y artesanal tradición de sus almazaras el regazo más querido. Los viejos pueblos de la cuenca mediterránea, especialmente la antigua Grecia, siempre hicieron de estos vocablos una referencia luminosa hasta convertir en ejemplar magisterio la perfección de sus características y cualidades distintivas. Pero la incultura, como perverso antónimo de la cultura, aderezada con la aviesa compañía de la ignorancia y de la impericia, ha sido un grave obstáculo en el conocimiento de tan preciada sublimidad; sobre todo, de un tiempo a esta parte. Justamente, desde el momento en el que apareció la moda de la comida basura –rápida o americana; tanto monta–. Este pernicioso hábito penetró en muchos hogares, desplazando, para desgracia de la salud, la beneficiosa dieta en la que el aceite de oliva virgen extra es un componente insustituible e imprescindible. Investigadores, médicos, gastrónomos y estudiosos, convencidos defensores de sus propiedades, muestran una honda preocupación ante tan grave atropello a los principios básicos de la nutrición.

Elevadas cifras de colesterol, desde la infancia (altas del malo, LDL, y bajas del bueno, HDL), triglicéridos (en sus cifras más altas), enfermedades cardiovasculares (con cuadros de infartos agudos de miocardio, anginas de pecho, arterioesclerosis de miembros inferiores, aneurismas aórticos y trombosis cerebrales), tumores, cánceres, obesidad, diabetes y problemas intestinales y de infertilidad (por los bajos porcentajes de vitamina E) han sido, entre otros, los nefastos efectos de dar la espalda a la gastronomía mediterránea. Afortunadamente, ante esta situación comienza a reaccionar la sensata voz popular, cada vez más numerosa. Y ello debe ser así, ya que pocas veces se experimenta una sensación olfato-gustativa-táctil tan intensa, por auténtica, como cuando se paladea, en ayunas o a cualquier hora del día, un pequeño sorbo de aceite virgen extra. En particular de Baena y su comarca; inconfundible, por la especificidad que le otorgan su aroma floral, el picante y amargor, en los mejores referentes, el equilibrio de sabores excepcionales, la textura y la gran pureza. Los extraordinarios índices de calidad hicieron que, mediante la Orden del 2 de marzo de 1981 del Ministerio de Agricultura, se constituyera, provisionalmente, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Baena. La Orden del 26 de octubre de 1987 de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía aprobó, definitivamente, la mencionada denominación, al cumplir todas las exigencias del reglamento.

La límpida condición de las aceitunas, cultivadas con técnicas de producción integrada, las diestras tareas de poda, la aplicación de los objetivos del desarrollo sostenible, con el máximo respeto al medioambiente, la privilegiada técnica de elaboración, la tradición y la innovación tecnológica se conjugan equilibradamente. Las sintéticas características organolépticas, el contenido de vitamina E, los efectos tan eficaces en la regulación del colesterol y en la prevención de las más diversas patologías (en particular, las cardiovasculares) y la riqueza en antioxidantes bien merecen el pleno reconocimiento. Las variedades, carrasqueña o picuda (la principal), lechín, chorrúa o jardúa, hojiblanca, picual (marteña o lopereña) y pajarera, son el fundamento para que el frutado líquido, resultante, presente unas particularidades especiales, cuya acidez máxima no llega a las cuatro décimas.

Un microclima prodigioso, una geografía y un pueblo, que mima el olivo con el mismo esmero con el que Miguel de Cervantes mimó su pluma para escribir el Quijote, rubrican la universalidad de las almazaras de la villa de Juan Alfonso de Baena, Luis Carrillo de Sotomayor y Amador de los Ríos, entre otros ilustres personajes.

La defensa y promoción del zumo divino (con el mismo color del oro o del limón, según los frutos) del árbol de Palas Atenea, la diosa que, acariciando la tierra, creó el olivo, es una asignatura que los olivareros baenenses aprobaron siempre con la calificación de la excelsitud. El producto que aumenta la esperanza de vida de todas aquellas personas que lo consumen siempre ha recibido una atención especial en estas tierras tan dilectas para la historia y la cultura.

Cuando las verdes ramas del olivar caligrafían la misma existencia con letras de molde hasta las sílabas mudan su color. El oro virgen extra con estas señas de identidad, con ese regusto tan propio que deja en el paladar, es elixir y bienestar; el verde néctar que nos regalan los olivares milenarios de una ciudad mágica; epítome y prontuario de tan conspicuo legado. Y cuna de sabiduría, donde pasear por sus avenidas, calles, callejuelas, parques y conocer el rico patrimonio histórico-artístico es complacencia y deleitamiento. Porque Baena es una antología literaria y cultural en la que las metáforas, como lo sueños, también se hacen realidad para que se verdee el cielo y todo sea ramos de olivos en el aire, como escribió Blas de Otero.

Información obtenida de:
http://www.diariocordoba.com/noticias/opinion/oro-virgen-extra-de-baena_688840.html

El sector oleícola cree que el fraude en el etiquetado es habitual en Italia

Miércoles, enero 25th, 2012

Las organizaciones y cooperativas agrarias han planteado que el fraude de los envasadores italianos, que importan aceite de oliva a granel de España o de otros países y venden después embotellado con etiquetas «Made in Italy», es una práctica ilegal, pero habitual desde hace años.

Así lo han detallado hoy a Efeagro fuentes del sector, después de que varios medios de comunicación internacionales hayan apuntado que autoridades de Italia y Shanghái (China) investigan si empresarios italianos venden aceite de oliva «virgen extra» como procedente de este país sin serlo e, incluso, si se trata de esa categoría -la de máxima calidad- o son mezclas de aceites baratos.

Las mismas fuentes han apuntado a Efeagro que firmas italianas compran aceite a España, Túnez, Grecia, Marruecos, Turquía o Siria, y lo venden como italiano -y más caro- aprovechando su buena imagen en el mundo, lo que no debe confundirse con fraude en las calidades.

El presidente del Consejo Sectorial de Aceite de Oliva de Cooperativas Agro-alimentarias y, a su vez, presidente del grupo de trabajo Aceite de Oliva y Aceitunas de Mesa del Copa-Cogeca, Rafael Sánchez de Puerta, ha destacado a Efeagro que «todo el mundo sabía» que Italia exportaba y envasaba más aceite del que producía.

A nivel oficial, «se admite» que Italia produce entre 450.000 y 500.000 toneladas de aceite, pero exporta 700.000 toneladas, aunque «no se sabe cuánto de eso» lo hace como «producto de Italia».

De Puerta ha insistido en que en todo caso el posible fraude se centraría en la «denominación» de producto y nunca «en la calidad», pese a que hay confusión sobre ello en las informaciones publicadas.

Según ha subrayado, en las investigaciones de las autoridades italianas colabora la mayor organización de productores del país (Coldiretti) y, por tanto, podría haber interés en dar a entender a la opinión pública que todo el aceite de oliva importado -la mayoría es español- «no es de calidad» y «es un fraude», mientras que sólo los producidos en Italia «son buenos».

A su juicio, en el fondo del problema puede residir que Italia cada vez tiene menos producción y «representa menos» en el mercado mundial, por lo que debe recurrir más a importaciones para suministrar a los mercados, pero quiere seguir haciéndolo con «su imagen» de origen, mejor valorada.

Todo ello sucede, además, en un momento en que los precios del aceite de oliva -que marca España como potencia mundial- son extremadamente bajos y los productores italianos ya no pueden competir con el español.

Las dos principales marcas italianas -Bertolli y Carapelli- son ahora españolas (Deóleo) y «si le pudieran cortar la cabeza, estarían encantados», ha admitido De Puerta.

Sin embargo, ha insistido en que no se confundan posibles problemas con el etiquetado -los envases deben indicar si la producción es de la Unión Europea (UE), de algún país en particular de la UE o bien de «países terceros»- con un fraude con la calidad, porque el producto importado es, en muchos casos, mejor incluso que el de Italia.

«Todo esto debe hacernos replantear la situación, no mirar hacia otro lado y a asumir el papel de liderazgo mundial», ha añadido.

El responsable técnico de aceite nacional de la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja), José Ramón Díaz, ha resaltado que es legal que Italia venda aceite cosechado en otro lugar si indica en el etiquetado, por ejemplo, que es originario de la UE, pero que el problema está cuando lo atribuyen a su país sin serlo.

Díaz ha puntualizado que muchas veces lo que se vende bajo marca italiana procede de España, una práctica comercial «que se hace desde hace muchos años allí y queremos erradicar, pero está ahí»,

España producirá alrededor de 1,4 millones de toneladas, por lo que necesita exportar al menos 800.000 para dar salida a la cosecha, 400.000 de ellas a Italia, el principal cliente, ha remarcado.

«Nos gustaría que se llevaran (los italianos) todo el aceite envasado, ese sería el objetivo y por eso luchamos», ha defendido.

El secretario general de COAG-Jaén, Rafael Civantos, ha recalcado que «era vox populi» que Italia vendía como propio aceite español, porque sus cifras de producción, consumo e importación «no cuadran».

Civantos ha reclamado que las autoridades italianas investiguen a sus empresas y hagan cumplir el reglamento comunitario sobre etiquetado, lo que «sería bueno» para despejar dudas en el sector.

Desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos han defendido «la absoluta transparencia de nuestras prácticas comerciales y productivas», al tiempo que «condenan rotundamente las supuestas prácticas fraudulentas» de los envasadores italianos.

De confirmarse estas prácticas, el aceite de oliva español sería «una víctima de las malas prácticas» de empresarios «sin escrúpulos», han apuntado fuentes de la organización agraria.

Información obtenida de:
http://noticias.lainformacion.com/espana/el-sector-oleicola-cree-que-el-fraude-en-el-etiquetado-es-habitual-en-italia_gL3rJOUQb8rigPZiXE76z/

La mafia del aceite de oliva se embolsa 5.000 millones de euros

Miércoles, enero 25th, 2012

En las etiquetas está escrito «Made in Italiy» y «Aceite extra virgen de oliva». Pero en realidad la mayor parte del aceite que se vende y se exporta en Italia es el resultado de mezclas de aceites que proceden de Túnez, Marruecos, Grecia y , sobre todo, de España. Se trata de un mercado de grandes beneficios, organizado por lo que ya se conoce en Italia como «agromafia», unos padrones en cuyos bolsillos se meten cada año 5.000 millones de euros.

Se trata de un refinado fraude comercial, un negocio ilegal, que ve implicados al menos una decena de marcas, algunas muy conocidas, cuyos nombres aún no se han hecho públicos porque aún está en marcha una gran investigación, a la que ha tenido acceso el diario La Repubblica, realizada por agentes de Aduanas , Guardia de Finanzas y detectives antifraude del Cuerpo Forestal del Estado, en colaboración con Coldiretti, la principal organización de empresarios agrícolas italianos, con un millón y medio de asociados.

Los nuevos «señores» del aceite ni siquiera exprimen ya las aceitunas en las almazaras: Sencillamente, el aceite lo obtienen mediante una transformación, a su manera. Es decir, lo manipulan, le dan olor y sabor. Y sobre todo, importan. Compran a manos llenas en el extranjero, en la cuenca del Mediterráneo, sobre todo en España, y lo revenden en Italia y en el exterior. Eso sí, colocan la etiqueta de «Made in Italy», y se las dan como los mejores productores del mundo, porque hacen el mejor y más rico oro amarillo.

Se trata de un fraude, algo completamente ilegal, porque los aceites vírgenes y extra vírgenes de oliva embotellados deben respetar, desde el 17 de enero 2008, las normas obligatorias sobre etiquetas, en las que debe figurar el Estado de la Unión Europea o país extracomunitario en el que son cultivadas las aceitunas y dónde se ha producido la transformación. En definitiva, un aceite solamente puede definirse italiano solamente cuando las aceitunas de las que se extrae son cultivadas en Italia y la transformación se realiza en una almazara italiana. En la práctica, en 9 botellas sobre 10, esa descripción que debe figurar en la etiqueta es ilegible. Los caracteres son tan pequeños, e impresos en lugares casi escondidos (y no siempre se imprimen) que para descubrirlos sería necesaria una lupa.

Cómo funciona el negocio

Una decena de etiquetas o marcas, algunas muy conocidas, han formado un bloque de empresas –productores y distribuidores- , aliados para especular y cometer un sofisticado fraude comercial, engañando al consumidor y acumulando enormes beneficios. Para ello, importan enormes cantidades de aceite de Grecia, Túnez y, sobre todo, de España. En algunos casos, el aceite lo compran de sociedades a las cuales están ligados: el mismo padrón, el mismo grupo o familia. Controlan precios y mercado: «Hay un grupo de poder agroalimentario que con la importación y la transformación está haciendo fortunas legales. Asi como para las basuras se habla de ecomafia, ha llegado el momento, también para el aceite, de hablar de agromafia. Hay que comenzar a investigar ciertos patrimonios”, denuncia Stefano Masini, el responsable de consumo de la organización de empresarios agrícolas Coldiretti.

La envergadura del negocio es extraordinaria: 4 de cada 5 botellas de aceite de oliva extra virgen llevan la bandera italiana oficialmente, pero contienen productos extranjeros, procedentes sobre todo de España y Grecia. Frente a 250.000 toneladas de aceite que Italia exporta, su cifra de importación es extraordinaria: 470.000 toneladas (en el 2010, la cifra fue de 570.000 toneladas).

Esta «agromafia» compra el kilo de aceite español, de óptima cualidad, a 50 centimos. Los importadores lo revenden al menos a 2,50 ó 3 euros. Su gran negocio lo hacen con España, el primer país productor mundial de aceite de oliva, con una producción media anual de 700-000-800.000 toneladas, llegando a alcanzar 1.400.000 en algunas campañas. A la exportación, fundamentalmente a Italia, se destinan 300.000 toneladas, alcanzando las 600.000 en algunas campañas.

La misma operación se realiza con Túnez, primer productor de aceite de oliva de África, y segundo país del mundo por superficie cultivada. Producir un kilo de aceite en Túnez cuesta 10 céntimos, mientras en Italia se eleva a una media de 4-5 euros. En Túnez, el importador de aceite italiano paga 20-23 céntimos el kilo. Ese aceite se etiqueta en Italia y los astutos distribuidores italianos lo colocan a precios rebajados, entre 2 y 4 euros, en los grandes supermercados, en las tiendas de gasolineras, etc.

Algunas regiones italianas son ricas en olivos y también en embrollos agroalimentarios. “El aceite, con relación a otras producciones agroalimentarias, como por ejemplo el vino, es un producto extraordinariamente simple. Hoy el aceite extra virgen de oliva se ha convertido en una jungla. Resultado: Las empresas italianas no exprimen nada. Almacenan el aceite de importación. La gente lo compra y no sabe que es un engaño, porque con la etiqueta se logra saber qué es lo que hay en la botella”, afirma Amedeo De Franceschi, vice comandante del Cuerpo Forestal que lucha contra el fraude.

Resultados desastrosos

¿Qué aceite compran hoy los italianos? En el supermercado, el precio medio del aceite procedente de España, vendido como extra virgen italiano, es de 3 euros. Pero en general, no slo no es extra virgen, sino que se venden mexclas de pésima calidad, según reconoce el propio presidente de la

Unión Nacional de Productores de Aceite de Oliva (Unaprol), Massimo Gargano: «Hay muchos aceites de oliva defectuosos vendidos como extra virgen». En efecto, una investigación realizada con 12 de las marchas más vendidas en supermercados, analizadas en laboratorio, detectó defectos graves organolépticos casi en la mitad, como sabor a rancio o a mufa. «Un aceite para poder ser considerado extra virgen no debe tener ningún defecto organoléptico», subraya Massimo Gargano.

Aunque el fraude es colosal, según la investigación en curso, hasta ahora pocos embrollos han salido a la luz. El más llamativo de los últimos años se conoció en el 2008: Veinte empresas de toda Italia estaban implicadas y se secuestraron 2.300 toneladas de aceite , procedentes de España, Grecia y Túnez. Se mezclaba con aceite local y se revendía como «producto italiano cien por cien» no solo en Italia, sino también en el extranjero, incluso en parte se despachaba como «biológico».

Ante la extraordinaria dimensión de este fraude, «ha llegado la hora de que el gobierno actúe contra la agromafia con nuevos instrumentos. Estos no son simples fraudes de comercio, sino que se trata de organizaciones criminales estructuradas que controlan los precios y tienen en mano una entera cadena desde la producción hasta la distribución», afirma Stefano Masini de Coldiretti.

Y el consumidor ¿cómo debe comportarse para evitar ese fraude tan extendido? Marco Oreggia, autor de «Flos Olei 2012», la biblia de los aceites de oliva, declara a ABC que para tener garantías de un buen aceite extra virgen se debe pagar al menos 8 euros al litro. Solo así se pueden evitar en Italialos aceites falsos, procedentes de cultivos tunecinos o andaluces, mezclados a granel y vendidos en las estanterías de los supermercados con una bella etiqueta italiana.

Información obtenida de:
http://www.abc.es/20111227/internacional/abci-mafia-aceite-oliva-201112271713.html