Hace casi noventa años el economista cordobés Antonio Bermúdez Cañete advertía en un profundo análisis sobre la crisis de precios que afectada al aceite de oliva y exigía medidas para transformar la situación: «Se impone una ordenación de la producción, de la explotación y del comercio, y una racionalización del régimen social de la producción. El arrendatario no será posible económicamente sino como empresario que aporte una función económica de tal, esto es, como organizador de la producción técnica y económicamente adecuada». El economista demandaba en las cooperativas «directores actos» con una «preparación adecuada comercial» y defendía que el futuro del aceite de oliva andaluz «estará en la exportación», aunque también requería la creación de una gran empresa que concentrara la comercialización. El sector ha sufrido profundos cambios desde entonces, se ha modernizado y ha conseguido alcanzar la máxima calidad jamás lograda, pero algunas de las carencias que ya se advertían a principios de los años treinta del pasado siglo siguen muy vigentes.
La futura norma
El pasado martes, el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía aprobó el anteproyecto de la Ley del Olivar, un ambicioso documento que se debatirá en el Parlamento y que se desarrollará con un plan director que pretende, como dijo la consejera de Agricultura, consolidar el «liderazgo mundial de Andalucía» en este cultivo. Sin embargo, desde las organizaciones agrarias reconocen que la normativa no fija fondos específicos para hacer frente a las iniciativas que se contemplan e, incluso, Asaja se plantea recurrir la normativa al considerar que se extralimita en sus competencias. La Consejería de Agricultura reconoce que será en el plan director donde se recogerán aspectos como la financiación (objeto de grandes críticas) y resalta el carácter innovador de esta ley al proteger un cultivo y un sistema de producción de gran implantación e importancia social y económica.
Pero, ¿qué dice el borrador de la ley que se someterá a debate en el Parlamento de Andalucía? ¿Qué pretende conseguir?
La nueva normativa prevé estrechar la colaboración entre la Administración y la iniciativa privada para impulsar la protección del medio ambiente, la reconversión del sector y la mejora de la producción. Para ello firmará contratos territoriales con propietarios de fincas, ya sea a título individual o agrupados, y el agricultor se comprometerá a mejorar sus explotaciones desde el punto de vista productivo, ambiental y social a cambio de una financiación económica. El otro aspecto de gran relevancia es la decisión de buscar un reequilibrio de las ayudas públicas a través de un sistema asimétrico que contempla primar más a los olivares que más lo necesitan, como ocurre con el cultivo tradicional o el de sierra, frente al más competitivo y que requiere menos fondos por su alta rentabilidad. Esta medida, precisamente, es una de las más cuestionadas por la organización Asaja, que rechaza que la redistribución sea acometida por la Administración andaluza y que se aborde ahora en pleno debate sobre la futura Política Agraria Común.
El anteproyecto de ley fija como objetivo la modernización de las explotaciones de olivar tradicional menos competitivo, para lo que se marca como reto la utilización del regadío, la concentración de la oferta, el fomento de la calidad o el respaldo a la investigación para la aplicación de nuevas tecnologías al cultivo. También marca como prioridad el respaldo al olivar tradicional situado en zonas de sierra, que en Córdoba se extiende sobre unas 100.000 hectáreas, así como la potenciación de la producción ecológica e integrada.
Por último, se establece la creación de un consejo andaluz de olivar, que no fija, por el momento, quién lo integraría. Este órgano se prevé crear en unos nueve meses desde la aprobación de la ley y lo integrarán 20 miembros, entre representantes de las administraciones públicas y del sector y especialistas.
Pero, ¿en qué situación se encuentra el olivar cordobés?
Sometido a las alteraciones de los precios, el olivar es el principal cultivo de Córdoba al extenderse sobre unas 345.000 hectáreas. Además, existen más de 40.000 explotaciones que convierten a este sector en el que genera más empleo en el campo, con 4 millones de jornales. Muy complicado es encontrar un municipio que no tenga alguna relación con este cultivo milenario. Así, la Junta estima que más de la mitad de los pueblos cordobeses dependen de manera fundamental del olivar, que supone más del 50% del valor de la producción agraria y es el más subvencionado. El aceite, además, es el producto alimentario más exportado por la provincia. A esto hay que unir el desarrollo de la industria productiva, con 184 almazaras y 32 industrias de aderezo. Sin embargo, esta atomización es uno de los grandes problemas, tras unos años en los que los proyectos de concentración han sido escasos y han desaparecido otros como Andóleum.
Fortalezas
Una de las grandes fortalezas del aceite cordobés es su inmensa calidad, con cuatro denominaciones de origen (Baena, Priego de Córdoba, Montoro-Adamuz y Lucena) y algunas empresas que se han situado a la vanguardia de la comercialización. Así, empresas de la provincia se encuentran entre las más premiadas por su virgen extra. Tres industrias (Orobaena, Cortijo Suerte Alta y Almazaras de la Subbética) han sido distinguidas como la mejor almazara nacional por la Asociación Española de Municipios del Olivo (AEMO). A esto hay que unir los innumerables premios de empresas de la zona de Priego y Baena, que sitúan a la provincia como la que reúne el mayor palmarés de galardones, superando ampliamente a Jaén. Por el momento, dos cooperativas (Hojiblanca y Almazaras de la Subbética) se encuentran entre las más destacadas por la concentración de la producción, aunque todavía existe una gran fragmentación en la producción, donde priman los localismos y los particularismos. Habrá que observar cómo puede contribuir la nueva ley a modernizar el cultivo y si sirve a fomentar la comercialización de aceite envasado y comienza a restar al mayoritario porcentaje de la venta a granel.
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http://www.diariocordoba.com/noticias/noticia.asp?pkid=602122